La crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado un nuevo nivel de desesperación con la historia de Mazyouna, una niña de 13 años que quedó desfigurada por un misil israelí. A pesar de la urgencia de su situación, Israel ha prohibido su evacuación para recibir tratamiento médico especializado fuera de la Franja de Gaza.
El 8 de junio, la vida de Mazyouna cambió para siempre cuando un misil impactó en su hogar en el campo de refugiados de Nuseirat. La explosión dejó a Mazyouna con la cara desfigurada y la mandíbula colgando. Los médicos del Hospital Al Aqsa hicieron lo posible por estabilizarla, pero las limitaciones de recursos en Gaza impiden realizar la reconstrucción facial que necesita urgentemente.
Negación de la evacuación
Desde junio, la familia de Mazyouna y la organización FAJR Scientific han intentado evacuarla a Estados Unidos, donde un equipo de cirujanos está listo para operarla. Sin embargo, el organismo militar israelí encargado de los pasos fronterizos ha denegado cinco veces sus peticiones sin ofrecer ninguna explicación. La situación de Mazyouna es desesperada: todavía tiene metralla en el cuello, no puede comer ni hablar, y sus heridas están infectadas.
Impacto Humanitario
Según UNICEF, cerca de 2.500 niños en Gaza necesitan atención médica urgente y requieren ser evacuados de inmediato. La negativa de Israel a permitir estas evacuaciones ha sido criticada por organizaciones como Médicos Sin Fronteras, que denuncian que los largos procedimientos y las denegaciones inexplicables bloquean la prestación de tratamiento médico esencial.
La historia de Mazyouna es un recordatorio desgarrador de la crisis humanitaria en Gaza y la urgente necesidad de soluciones pacíficas y humanitarias. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para proteger los derechos humanos y garantizar que los niños como Mazyouna reciban la atención médica que necesitan. La justicia y la humanidad deben prevalecer sobre la violencia y la indiferencia. No podemos permitir que la burocracia y la política condenen a los más vulnerables a un sufrimiento innecesario.
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