La noche del sábado, Madrid fue escenario de una manifestación de extrema derecha que terminó en violencia frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. Convocada por la organización Núcleo Nacional, la protesta reunió a cerca de 2.000 personas que corearon cánticos fascistas y realizaron saludos nazis, generando un ambiente de tensión y confrontación.
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La manifestación, que comenzó en Plaza de España y recorrió las calles Princesa y Marqués de Urquijo, se tornó violenta cuando los manifestantes intentaron derribar las vallas que protegían la sede socialista. La Policía Nacional se vio obligada a intervenir, resultando en cargas policiales y la detención de dos personas. Durante los disturbios, se quemaron contenedores y se lanzaron botellas contra los agentes, mientras se escuchaban consignas como «España cristiana y no musulmana» y «En Madrid, ni un puto mena».
Condenas por mensajes xenofóbicos
El PSOE ha condenado enérgicamente la manifestación, reprochando al PP su falta de condena hacia estos actos de violencia y odio. En un comunicado, los socialistas han señalado que «las calles de Madrid no pueden ser un lugar donde se escuchen gritos fascistas y se vean saludos nazis». La comparecencia del vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, fue criticada por no abordar ni condenar la manifestación.
La violencia y el odio desplegados en Ferraz subrayan la necesidad urgente de defender los derechos humanos y combatir la corrupción en todas sus formas. Las imágenes de la manifestación, que muestran a radicales atacando mobiliario urbano y vejando a periodistas, son un recordatorio de los peligros que representa la extrema derecha para la libertad y la democracia.
En redes sociales, la indignación ha sido palpable. Usuarios han compartido imágenes y videos de los disturbios, utilizando hashtags como #NoAlFascismo y #DefendamosLaDemocracia para expresar su rechazo a la violencia y su apoyo a los valores democráticos. La comunidad ha mostrado su solidaridad con las víctimas de los ataques y ha exigido una respuesta contundente por parte de las autoridades.
La manifestación fascista en Ferraz es un recordatorio de que la lucha por la libertad y los derechos humanos es constante. Es crucial que la sociedad y las instituciones se mantengan firmes en la defensa de estos valores, asegurando que el odio y la violencia no tengan cabida en nuestra democracia.
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